El respiro duró poco. Las medidas de restricción para evitar la propagación del coronavirus se multiplican cada día, en medio de alertas por nuevos repuntes de la pandemia, que deja ya más de 800 mil muertos en el mundo.
El reconfinamiento parcial y el uso de mascarilla están volviendo a ser obligatorios en muchos países ante un virus que no para y ya mató a 800 mil 004 personas y ha contagiado a 23 millones desde que surgió en diciembre en China, según un balance de AFP a partir de fuentes oficiales.
Pero la realidad parece estar lejos de ser una broma. Alemania superó los dos mil nuevos casos en las últimas 24 horas, una cifra que no se alcanzaba desde finales de abril, durante el pico de la pandemia. «Es preocupante», admitió el portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffen Seibert.
El mismo rigor llega a Inglaterra, donde el confinamiento se endureció en varias zonas del noroeste y la segunda ciudad más poblada del país, Birmingham, fue puesta bajo vigilancia.
«La situación es crítica»
Y más allá de Europa la situación también es preocupante. Corea del Sur, que fue considerado un ejemplo en la lucha contra la pandemia, registró más de 300 casos declarados en dos días consecutivos y anunció este sábado que aumentará las restricciones a partir de este domingo.
«Estamos en una fase muy inestable que podría ser el principio de una segunda ola nacional», estimó el ministro de Sanidad, Park Neung-hoo.
Hasta ahora una recomendación, a partir de este sábado la mascarilla será obligatoria en los transportes públicos en Dinamarca, que se enfrenta a un recrudecimiento de los focos y casos de contaminación.
En otro rincón del planeta, tras casi 100 días libre de COVID-19, la provincia argentina de Jujuy, limítrofe con Bolivia, sufre un aumento exponencial de casos que la tiene al borde del colapso sanitario. «La situación es crítica», dijo a la AFP Sergio Barrera Ruiz, un médico de la zona.
«Esperamos acabar con esta pandemia en menos de dos años. Sobre todo, si logramos unir nuestros esfuerzos», señaló el viernes el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
A menudo escasas, las buenas noticias son recibidas con esperanza en medio de la pandemia. La OMS consideró que la situación se estabilizó en Brasil, el más golpeado de América Latina, segundo país en números absolutos de infecciones (3.5 millones de casos) y decesos (113 mil 358).
El país más afectado del mundo, Estados Unidos, suma 5.6 millones de casos y más de 175 mil 416 muertes. Pero los contagios disminuyeron en las últimas tres semanas y el número de muertes, estable en mil por día desde fines de julio, debería comenzar a disminuir.
«Se puede esperar que la semana que viene empecemos a ver una reducción» en las muertes, dijo el jueves el director del Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), Robert Redfield, a la revista médica Jama.
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